Un empresario del sector agropecuario fue asesinado en su campo por dos ladrones que irrumpieron en la estancia donde criaba caballos. Ocurrió en la tranquila localidad de Torres, partido de Luján. Lo sorprendieron mientras mantenía una comunicación vía Zoom con un amigo. Los sospechosos están prófugos.
Se trata de Roberto Martín Peres Vieyra, un empresario agropecuario de 71 años que fue asesinado este viernes cerca de las 17 cuando dos ladrones ingresaron al Haras «La Moneda», una estancia de su propiedad ubicada a 86 kilómetros al noroeste de la provincia de Buenos Aires.
El lugar está dedicado al cuidado de caballos de polo y también ofrece alquiler de casas de campo para pasar el día.
Las primeras informaciones indicaron que los ladrones vestidos de negro y armados ingresaron en un vehículo de gran porte por el portón principal de la estancia y se dirigieron a la propiedad principal.
Allí se encontraron con la casera, a quien le preguntaron por el dueño del lugar para hablar sobre el alquiler de la vivienda. Fue entonces que redujeron y golpearon a la mujer.
Sin detenerse, fueron hacia el dueño del lugar. En ese momento, Peres Vieyra estaba haciendo una videollamada en su computadora vía la plataforma virtual Zoom.
«Lo agarraron desprevenido. Le pedían la plata y Roberto no tenía nada», dijo a Clarín Emilio Peres Vieyra, hermano desde la víctima, desde Costa Rica.
Según la investigación, Peres Vieyra recibió un disparo en el muslo izquierdo cuando intentó evitar el robo. La víctima, a pesar de los esfuerzos por salvar su vida, falleció debido a una grave hemorragia interna.
“Lamentablemente impactó en su femoral y eso le causó la muerte”, precisó a este medio una fuente vinculada a la causa.
Emilio aclaró que en apenas 15 minutos su hermano falleció producto de la herida. «Lo mataron solo por decir que no tenía plata», resaltó.
La fiscal Mariana Suárez, a cargo de la Fiscalía N° 9 de Luján, a cargo de la investigación, ordenó las primeras pericias para establecer la identidad y señas características de los sospechosos.
Si bien restan diligencias, hasta el momento se confirmó el faltante de una escopeta, el teléfono celular y unas llaves, propiedad de Peres Vieyra, quien según registros contables, fue titular de una firma agropecuaria. La empresa está radicada en la localidad de Gualeguaychú, en la provincia de Entre Ríos, y tiene como actividad principal la cría de ganado bovino.
La autopsia se practicó este mediodía en la morgue judicial. El informe preliminar que recibió la fiscal Suárez indicó que Peres Vieyra recibió un pacto de un proyectil calibre 9 milímetros en el muslo izquierdo, con orificio de entrada y salida.
Quién era Roberto Peres Vieyra
Peres Vieyra estaba separado, era padre de cuatro hijos y abuelo de 10 nietos. Trabajó varios años en el ámbito de las finanzas, donde se desempeñó en distintas entidades bancarias.
También tuvo funciones en el sector público como asesor del Ministerio de Modernización durante la gestión del presidente Mauricio Macri.
«Roberto era muy comprometido con su trabajo. Estuvo como interventor de Autopistas del Sol y de la de Ezeiza-Cañuelas porque sabía mucho de números», explicó Emilio. También estuvo al frente durante un año de Corredores Viales S.A.
En la actualidad estaba dedicado a su estancia y a la cría y cuidado de caballos de polo, una de sus pasiones. «Estaba dedicado a sus caballos. Estaba feliz ahí», sostuvo su hermano.
La despedida de la familia
Al conocerse el homicidio de Peres Vieyra, familiares y allegados compartieron mensajes en las redes sociales en homenaje al hombre asesinado.
“Roberto Peres Vieyra, hoy me toca despedir a mi querido cuñado y amigo. Delincuentes entraron en su campo con el fin de robar y se llevaron la vida de Roberto”, expresó Marcelo, cuñado de la víctima.
“Descansa en paz querido amigo, nosotros tu familia, nos quedamos con un profundo dolor y el sabor amargo de una muerte injusta”, concluyó su mensaje.
Su hermano Emilio, por su parte, lo recordó como una persona «muy honesta y trabajadora», mientras que pidió justicia y que encuentren a sus asesinos.
AS