Ariel Pereyra, foco de las críticas por el mal momento de Colón

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Los cuestionamientos van en aumento contra el entrenador debido al mal momento del Sabalero, que con la derrota ante Agropecuario quedó 7º a cinco puntos del líder Gimnasia de Mendoza en la Primera Nacional.

El presente de Colón en la Primera Nacional dista mucho de lo que se esperaba a comienzos de temporada. El Sabalero volvió a tropezar: cayó por 2-1 ante Agropecuario en Carlos Casares, en el marco de la novena fecha del Torneo y profundizó su irregular andar en la Zona B.

Con esta nueva derrota, el conjunto rojinegro quedó en la 7ª posición de su grupo, con 13 puntos, a cinco del líder Gimnasia de Mendoza. Aunque la tabla todavía lo tiene en zona de Reducido, la distancia con la punta y, sobre todo, el funcionamiento del equipo, encendieron las alarmas en el mundo Colón.

Los cuestionamientos apuntan con fuerza al entrenador Ariel Pereyra, cuya gestión sigue sin convencer ni en resultados ni en rendimiento. El equipo no logra consolidar una identidad clara de juego y, fecha tras fecha, exhibe grietas en todas sus líneas: desconexión en ataque, fragilidad defensiva y escasa reacción ante la adversidad.

Ante Agropecuario, Colón volvió a mostrar una cara pálida. Pese a haber comenzado perdiendo, alcanzó la paridad, más allá que Agropecuario estuvo cerca de liquidarlo, pero terminó siendo superado por un rival que venía golpeado y que encontró en el Sabalero la oportunidad para levantar cabeza.

En redes sociales, el fastidio de los hinchas es cada vez más evidente. Los hinchas demuestran que empiezan a perder la paciencia con un equipo que se armó con aspiraciones de volver rápidamente a Primera, pero que no encuentra el rumbo.

El margen para Pereyra empieza a achicarse. Si bien todavía queda mucho torneo por delante, los puntos perdidos pesan, y más aún en una categoría tan pareja como la Primera Nacional, donde cada error puede costar caro.

Colón tendrá ahora una semana clave para recuperar la confianza y dar señales de reacción. Pero la presión crece y el crédito del entrenador parece agotarse. En Santa Fe, el clima ya no es de espera: es de urgencia.

SFA / LT10

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