Gabriela Ortiz de Urbina es la presidenta de Cocir, institución que regula, controla y supervisa a la profesión. Explicó la importancia de estar matriculado. Además, dio un panorama sobre los alquileres en la ciudad
Por Ana C. Berdicever
Foto: Franco Trovato Fuoco
Cualquier operación inmobiliaria es de suma importancia. Estar bien asesorado y gestionado para comprar, vender o alquilar es fundamental para evitar estafas y poder buscar respaldo ante cualquier situación. El corredor inmobiliario debe estar matriculado en el Colegio de Corredores Inmobiliarios (Cocir). Su presidenta, Gabriela Ortiz de Urbina contó de qué se trata la carrera y de la campaña que se viene realizando bajo el lema “Si hay sello, hay confianza”.
La campaña “No juegues con tu alquiler” que comenzó a difundir Cocir y que se puede visualizar en afiches en las calles y en las redes sociales habla sobre la importancia del corredor inmobiliario matriculado.
Gabriela explicó que el corredor inmobiliario es un profesional formado en la universidad. Una vez graduado debe matricularse en Cocir. Entidad que los regula, respalda y promoviendo un ejercicio profesional seguro y transparente.
Ortiz de Urbina señaló que existe la carrera en la Universidad Nacional de Rosario (UNR) desde 2024. Se trata de la Licenciatura en Corretaje Inmobiliario y es en el único lugar donde existe la carrera en una facultad pública.
“El corredor inmobiliario se forma en múltiples áreas: en derecho, en ciencias económicas, en arquitectura, es interdisciplinar”, señaló la presidenta de Cocir y volvió a repetir que una vez finalizada la carrera el profesional debe concurrir a la institución para matricularse para poder ejercer la actividad.
En el colegio por otra parte, se capacitan y existe un tribunal de ética que ante cualquier denuncia se puede resolver sin pasar por los tribunales ordinarios. “Se resuelven conflictos de forma rápida y a menor costo”, sintetizó.
Añadió que dentro de Cocir está el instituto de mediación para dar solución a los conflictos relacionados con un inmueble de manera rápida, efectiva con especialistas.
“La importancia de que el profesional esté matriculado es porque hay diferencias entre un corredor inmobiliario y un agente, un auxiliar, de hecho si el profesional no tiene matricula, el cliente no tiene la obligación de pagarle los honorarios inmobiliarios, la comisión”, advirtió.
Ortiz de Urbina indicó que en la ciudad hubo dos casos emblemáticos, de dos inmobiliarias que realizaban diferentes operaciones y no estaban matriculados por lo que el Colegio no pudo interferir en el apoyo a la ciudadanía y se resolvió el caso en el tribunal ordinario.
“Los colegios estamos para proteger a la ciudad, de estafas, de malos comportamientos, acompañamos al cliente, lo aconsejamos ayudamos y acompañamos todo el proceso ya que por ejemplo la compra de una propiedad no es una actividad que se hace todos los días son el ahorro de generaciones y no se puede realizar con un improvisado que vea el rumbo inmobiliario como una salida laboral nomás”, resumió.
Alquileres en Rosario
Desde la derogación de la ley de alquileres, para Ortiz de Urbina fue un antes y un después. “Hoy el inquilino logra mudarse donde quiere, en las condiciones que busca y con valores ajustados a la actualidad”, dijo y se apoyó en un relevamiento realizado por el colegio donde los contratos de locación se realizan cada dos años con actualizaciones cada cuatro meses y según el índice del ICL (índice del contrato de locación).
“Cuando se derogó la Ley (de Alquileres) muchos temían que los contratos se realicen en dólares, pero los alquileres se realizan en pesos, salvo determinados departamentos con muchos amenities o propiedades en determinado barrio cerrado, pero son excepciones”.
En la actualidad el rosarino busca mudarse teniendo en cuenta a varios factores: seguridad y propiedades con más espacios y comodidades.
En relación a la seguridad se considera tanto en la zona elegida como la propiedad en sí. A su vez, busca que el inmueble cuente con una terraza o un quincho, es decir que incluya ambientes más espaciosos y lugares para el esparcimiento de uso común.
A modo de ejemplo, la presidenta de Cocir señaló que un cambio que se gestó a partir de la pandemia fue la búsqueda ambientes extras: por ejemplo una pareja, hoy, busca un departamento con dos habitaciones (cuando antes dos personas buscaban de una sola habitación) donde una pieza se destina para poder trabajar en modo home office de forma cómoda y tranquila.
En cuanto a las operaciones de compra de inmuebles, otro relevamiento llevado a cabo por el colegio señala que viene el alza y se da por varios factores: la quietud del dólar, la merma en la inflación y también las ofertas en crédito hipotecarios que representan un 7% de las escrituras totales.