Dos jubilados de 78 y 90 años fueron asesinados a golpes y encontrados maniatados por delincuentes que ingresaron en la madrugada de este viernes a sus domicilios en las localidades de El Palomar, en Morón, y Lomas de Zamora. En lo que va del año, al menos 12 jubilados fueron víctimas de robos bajo la modalidad escuche, es decir, que ladrones entraron a sus casas.
En el primero de los hechos una mujer de 90 años fue encontrada muerta en su casa de El Palomar, partido de Morón, luego de haber sido asaltada por un grupo de ladrones que la dejaron maniatada a su cama y huyeron.
La víctima fue identificada como Beatriz Noemí Vaccarezza, pero en el barrio todos la conocían como Betty. Estaba golpeada y atada a su cama con un precinto en la mano derecha.
El robo ocurrió cerca de las 2 de la madrugada en la vivienda de la víctima, ubicada en Escalada al 2400, esquina Lambaré. Quien se encontró con la escena fue Fabiana, su hija, que pasó a visitar a su madre como cada mañana. Ella monitoreaba a su madre a través de cámaras de seguridad instaladas dentro de la vivienda y comprobó que habían sido desconectadas.
La hija vive a la vuelta y, cuando llegó este viernes a la casa, descubrió que la puerta principal estaba abierta, los barrotes de la ventana habían sido forzados y que el lugar estaba completamente revuelto. Los asaltantes ingresaron trepando una pared y usando una medianera como escalera para llegar a la puerta de atrás.
Los vecinos cuentan que los perros ladraron toda la noche, pero nunca imaginaron lo que estaba pasando. Según se pudo ver en las cámaras de seguridad de la casa contigua, un ladrón estaba de campana y dos saltaron por el paredón. Antes de huir, se llevaron unos 40 mil pesos, joyas, una notebook y un revolver calibre 22. Salieron con dos valijas y se subieron a un auto que se encontraba en la zona.
Betty, una vecina generosa con su comunidad
Betty vivía desde hacía unos 50 años en esa casa del barrio de El Palomar. Su esposo, Juan Carlos Coll, había fallecido hace 15 años, pero ella estaba muy acompañada por su familia y la comunidad de vecinos. Tanto, que en septiembre del año pasado, le habían festejado los 90 con una gran reunión.
Por problemas de salud, había dejado de ir a la Parroquia Nuestra Señora del Rosario, frente a la Plaza Alsina, de la que siempre participó activamente en actividades solidarias. Su relación siguió siendo íntima y todas las semanas le traían la comunión a su casa Cheli y Blanquita, dos amigas de misa.
Cheli cuenta a Clarín que «la pandemia, como a muchas personas mayores, la devastó. Era una persona tan generosa que dejó de ir a misa porque pensaba que por sus problemas de salud la iban a querer asistir e iba a molestar».
Llena de talentos y habilidades, en su juventud Betty bailaba y hacía manualidades con vidrio, y había sido profesora de yoga. En este último tiempo, tenía algunos problemas de visión y audición, pero no por eso dejaba vincularse a su comunidad: tejía mucho y donaba mantas al hospital Posadas.
«Merece que se la recuerde bien, más que por su muerte», pide Cheli, mientras se frota los brazos sintiendo escalofríos. «Era alguien muy graciosa y servicial, no merecía irse así», coincide Graciela, una de sus vecinas. Para mantener ese recuerdo, justamente, los familiares de la víctima no quisieron difundir su foto.
Los vecinos organizados piden una solución
Fabiana, la hija de Beatriz, cuenta que su madre nunca había tenido problemas, pero que hace poco había fallecido su perro y que eso puede haber facilitado el robo. Respecto a la inseguridad en la zona, declara que «es una logística para entrar a tu casa, tenés que tomar todas las medidas».
Mientras aquellos cercanos a Beatriz se sienten conmocionados, otros se quejaron e increparon al secretario de Seguridad de Morón, Damián Cardoso, quien se acercó a acompañar a los familiares de la víctima. Cuentan que viven «con el corazón en la boca» y que ya no saben qué medidas de precaución tomar más que rejas, perros, alarmas y la organización entre vecinos por WhatsApp. La urgencia es tanta, que la semana pasada circuló información acerca de una reunión de vecinos en un colegio de Haedo para buscar soluciones.
Una vecina cuenta que hace algunos años su esposo fue agredido y maniatado por delincuentes que entraron a su vivienda y la desvalijaron, en pleno mediodía. Otra, que hace unos meses le hicieron una «entradera» y que siente que está viva de milagro. En la misma cuadra del crimen de Beatriz, la semana pasada hubo otro robo. Nunca descubren a los responsables y los vecinos reclaman al gobierno: «¿Qué esperan que pase para hacer algo?».
Otro jubilado asesinado en Lomas de Zamora
Los vecinos de la calle La Calandria al 3200, de la localidad de San José, en Lomas de Zamora, despertaron con la noticia del crimen de Luis Antonio Ramos (78), quien fue víctima de un robo en su casa, mientras descansaba junto a su esposa, Juana Flecha (76).
Fuentes de la investigación detallaron a Clarín que tres asaltantes ingresaron por la ventana del comedor a la casa. Llevaban puestos guantes y barbijos para no ser reconocidos.
Uno de los delincuentes fue hasta donde estaba Ramos y lo redujo. Lo maniató mientras le exigía dinero en efectivo. En otro lado de la casa, los otros asaltantes amenazaban a la mujer.
n un momento, el ladrón que estaba con Ramos agarró un objeto y lo golpeó en la cabeza. A raíz de la agresión, el hombre cayó desvanecido, inconsciente . Los sospechosos se escaparon de la propiedad con mil dólares, 900 euros y más de 300 mil pesos. Cuando llegó la ambulancia constató la muerte del dueño de la casa.
Detectives de la comisaría sexta de San José y de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora son parte del operativo para dar con los ladrones.
Según un relevamiento realizado por Clarín en base a notas publicadas, fueron al menos 12 los jubilados víctimas de intentos de robo en lo que va del año en la provincia de Buenos Aires.
Maestría Clarín – Universidad de San Andrés
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