Los caminos se bifurcaron y cada uno tomó un sendero distinto en la vida. El tiempo ha transcurrido desde la resonante, y polémica, separación de Pampita y Roberto García Moritán, a tal punto que ya apareció en el corazón de la famosa un nuevo novio: Martín Pepa.
A pesar de la reconstrucción de su plano amoroso, Carolina Ardohain reavivó ciertas rispideces con una declaración, que brindó la semana pasada, sobre su ex suegra, esa mujer que apareció con vehemencia en la televisión en la etapa del divorcio a defender al ex político con conceptos que dejaban mal parada a la modelo.
En definitiva, Pampita prendió fuego a Lucila Fernández Llanos al exclamar que jamás le perdonará su intromisión y sus dichos públicos. “Me molestó muchísimo porque opinaban desde un lugar de desconocer la verdad”, soltó de manera tajante en una entrevista con LAM.
En esa nota, Carolina evitó los eufemismos e iluminó con todas las letras el sentimiento negativo que late en su corazón por su ex suegra y disparó sin atenuantes una frase que resonó en todo el ambiente: “Me enojé muchísimo, hasta el día de hoy. Esas cosas no las perdono”.
LA BRONCA DE LA MADRE DE MORITÁN CON PAMPITA
Merced al tenor de esa definición de Pampita, Intrusos activó averiguaciones y encontró a Lucila en las calles porteñas. La cronista del ciclo de América abordó con mucho respeto a la madre de Moritán y se topó con una reacción tremenda, cuando detectó las cámaras y bramó: “Ay no, no”.
La movilera procuró aflojar a la ex suegra de Carolina y la acompañó un par de metros por la vereda, pero siempre se topó con un lenguaje corporal de fastidio, incluso la amiga de la señora le solicitó con tono taxativo: «Déjenos tomar un café tranquilos«. ¿Por qué no quiere hablar de Pampita?