Tener un gato puede mejorar tu salud mental. Descubre cómo su compañía ayuda a aliviar ansiedad y estrés.
Hay algo profundamente sanador en el simple hecho de observar a un gato descansar. Su respiración pausada, su elegancia en movimiento y su capacidad para disfrutar el momento parecen recordarnos que la calma está más cerca de lo que pensamos.
En los últimos años, distintos estudios han confirmado lo que muchos dueños de gatos ya intuían: vivir con un felino puede reducir los niveles de estrés, ansiedad y tristeza.
Cómo los gatos ayudan a reducir el estrés
Los gatos tienen una energía única. No solo son animales independientes y observadores, sino que también poseen una sensibilidad especial para percibir el estado emocional de las personas. Su presencia serena puede transformar un día difícil en uno más amable y tranquilo.
Su ronroneo tiene un efecto terapéutico
El sonido del ronroneo emite vibraciones entre 25 y 150 Hz, una frecuencia que, según varios estudios, puede ayudar a reducir la tensión arterial, relajar los músculos y aliviar el estrés. Es una especie de “terapia sonora” natural que calma la mente y el cuerpo.
Promueven la calma y el presente
Observar cómo tu gato juega, se estira o simplemente toma el sol puede inducirte a un estado de atención plena. Los gatos viven en el presente y su comportamiento invita a bajar el ritmo y reconectarte con lo simple.
Su presencia reduce la sensación de soledad
Tener un gato en casa brinda compañía sin exigir demasiado. Te ofrecen afecto sin palabras, y su cercanía puede disminuir sentimientos de aislamiento o tristeza, especialmente en personas que viven solas.
Fomentan rutinas positivas
Cuidar a un gato implica mantener horarios regulares de alimentación, limpieza y juego. Estas pequeñas rutinas diarias generan estructura y equilibrio emocional, algo esencial en momentos de estrés.
La relación entre humanos y gatos va más allá del cariño: tiene efectos medibles sobre la salud.
Disminuye el cortisol, la hormona del estrés.
Reduce la presión arterial y mejora la frecuencia cardíaca.
Aumenta la serotonina y dopamina, neurotransmisores vinculados con el bienestar.
Mejora la calidad del sueño, especialmente cuando se comparten momentos de calma antes de dormir.
Muchos terapeutas recomiendan la compañía de gatos para personas con ansiedad, depresión leve o estrés postraumático, ya que fomentan la conexión emocional y el autocuidado.
Fuente: Agencias
