Coimas, golpe y desinformación: el nexo oculto entre el escándalo ANDIS, Milei y la caída de Bolsonaro

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En el vasto tapiz de la política latinoamericana, donde las redes digitales tejen alianzas invisibles y las sombras de la corrupción se proyectan más allá de las fronteras, emerge una figura que parece encarnar las contradicciones de nuestra era: Fernando Cerimedo.

Este consultor argentino, con su trayectoria en el arte de la comunicación política, se erige como un puente entre el fallido intento de golpe en Brasil y las turbulencias internas del gobierno de Javier Milei. No es un protagonista de primera línea, pero su nombre resuena en los pasillos judiciales de Brasilia y en las salas de Comodoro Py, recordándonos cómo un solo hilo puede deshilachar el tejido de la democracia.

De expedientes judiciales, testimonios bajo juramento y el pulso de las redes sociales se armó este entramado. Al reunir esas piezas, el foco se concentra en el rol de Cerimedo, sin apresuramientos ni juicios prematuros. Los hechos, duros y verificables, están ahí: la histórica condena a Jair Bolsonaro, el escándalo de presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) que salpica al entorno de Milei, y la declaración de Cerimedo que, en un giro inesperado, valida elementos de una historia más grande. Lo inquietante no es solo la coincidencia de nombres y episodios, sino la línea invisible que conecta a Brasil y a la Argentina en una misma coreografía de dinero, poder y desinformación. Una trama que, si no se ilumina a tiempo, amenaza con repetirse como método político en toda la región.

En un continente marcado por el populismo digital y la erosión institucional, esta historia no es solo sobre un hombre, sino sobre cómo la desinformación y la ambición se entrelazan para desafiar el orden democrático. No es un caso aislado, ni un rumor pasajero: es un aviso de que, sin vigilancia y sin escrutinio, los hilos oscuros del poder pueden tensarse hasta quebrar la frágil estructura de nuestras repúblicas.

El Martillo de la Justicia Brasileña: La Caída de Bolsonaro y el Eco de un Golpe Frustrado

El 11 de septiembre de 2025, el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil descargó un veredicto que resonó como un trueno en el firmamento de la ultraderecha latinoamericana: Jair Bolsonaro, el exmandatario de 70 años, fue condenado a 27 años y tres meses de prisión por liderar una «organización criminal armada» destinada a subvertir el resultado de las elecciones de 2022. Con una mayoría de cuatro votos contra uno -a favor: Alexandre de Moraes, Flávio Dino, Cármen Lúcia y Cristiano Zanin; en contra: Luiz Fux-, la Primera Sala del STF selló un fallo histórico, el primero que envía a un expresidente brasileño tras las rejas por delitos contra la democracia.

Los cargos son un catálogo de traición al Estado de Derecho: intento de golpe de Estado, abolición violenta del Estado Democrático de Derecho, liderazgo de organización criminal, daños calificados al patrimonio público y deterioro de patrimonio protegido. La trama, reconstruida a partir de documentos, videos y testimonios clave -incluyendo el del exedecán Mauro Cid, quien colaboró con la justicia y recibió solo dos años en régimen abierto-, pinta un panorama de conspiración sistemática.

Tras su derrota ante Luiz Inácio Lula da Silva (50,9% contra 49,1%), Bolsonaro se atrincheró en la residencia presidencial durante 40 días, negándose a reconocer la victoria de su rival. En ese lapso, coordinó con exministros como Anderson Torres y Augusto Heleno, y comandantes militares como Almir Garnier (condenado a 24 años), un plan que incluía planes de asesinato contra Lula, el vicepresidente Geraldo Alckmin y el propio Moraes, así como la cooptación de las Fuerzas Armadas para una intervención golpista.

El clímax llegó el 8 de enero de 2023, cuando miles de bolsonaristas, inflamados por una campaña de desinformación que cuestionaba la integridad de las urnas electrónicas, irrumpieron en el Palacio de Planalto, el Congreso y el STF en Brasilia. Más de 600 personas ya han sido condenadas por esos disturbios, pero el fallo de septiembre apunta al núcleo duro: Bolsonaro como «figura dominante» de la organización, con control efectivo sobre los hechos. «Un grupo liderado por Jair Messias Bolsonaro, compuesto por figuras clave del gobierno y las Fuerzas Armadas, desarrolló un plan sistemático de ataque a las instituciones democráticas», sentenció la ministra Cármen Lúcia, recordando que Brasil recuperó la democracia hace apenas 40 años, tras la dictadura militar de 1964-1985.

La defensa de Bolsonaro, que lo tilda de «víctima de persecución política», apelará ante instancias internacionales, pero el fallo lo inhabilita hasta 2060 y debilita al bolsonarismo, sin un líder claro para las elecciones de 2026. Lula lo celebró como un triunfo de la democracia, mientras Donald Trump, aliado del exmandatario, impuso aranceles del 50% a Brasil y su secretario de Estado, Marco Rubio, amenazó con sanciones bajo la Ley Magnitsky. En un eco de divisiones globales, el fallo no solo cierra un capítulo brasileño, sino que ilumina las vulnerabilidades regionales ante la desinformación electoral.

Cerimedo: El Arquitecto Digital en el Laberinto de las Campañas

Fernando Cerimedo, consultor político de 42 años originario de Mar del Plata, se describe como un experto en marketing digital con un enfoque en la «comunicación estratégica». Su trayectoria lo posiciona en el cruce de caminos entre la ultraderecha regional: desde campañas en Chile contra la reforma constitucional de 2022, hasta su rol en Brasil y Argentina.

En el vecino país, su conexión con el bolsonarismo data de 2010, cuando, según él, conoció a Eduardo Bolsonaro en un curso de comunicación política -aunque registros independientes no lo confirman-. A través de su consultora Numen Advisors, participó en las campañas presidenciales de Jair Bolsonaro en 2018 y 2022, colaborando con el «Gabinete del Odio», una estructura acusada de orquestar desinformación. Post-elecciones de 2022, Cerimedo transmitió un live en YouTube el 4 de noviembre -visto por más de 400.000 personas-, cuestionando la fiabilidad de las urnas electrónicas antiguas (pre-2020) con base en datos no verificados de auditorías privadas. Este contenido, editado y distribuido vía Google Drive por asesores como Tercio Arnaud y Mauro Cid, alimentó impugnaciones del Partido Liberal y protestas que pedían intervención militar, precursoras del 8 de enero.

El informe de la Policía Federal (desclasificado en noviembre de 2024, 884 páginas) lo imputa como uno de 37 acusados en una «organización criminal», específicamente en el «núcleo de desinformación y ataques al sistema electoral», junto a Anderson Torres y militares como Angelo Martins Denicoli. Su nombre aparece 66 veces, acusado de «producción y amplificación de noticias falsas» para crear un «entorno propicio al golpe», con penas potenciales de hasta 30 años por abolición violenta del Estado de Derecho. Cerimedo lo niega como «persecución ideológica» del juez Moraes, alegando que solo analizó datos públicos del Tribunal Superior Electoral (TSE).

En Argentina, Cerimedo fue el «cerebro digital» de la campaña de Javier Milei en 2023, dirigiendo estrategias en redes para La Libertad Avanza (LLA). Su medio La Derecha Diario amplificó narrativas pro-Milei, atacando a rivales como Sergio Massa con memes y rumores de «fraude» electoral, un eco de sus tácticas brasileñas. Organizó eventos con Eduardo Bolsonaro, consolidando la alianza entre LLA y el bolsonarismo. Sin embargo, desde fines de 2024, tras la renuncia de su esposa Natalia Basil -directora en ANDIS hasta noviembre de ese año por «desacuerdos»-, Cerimedo se distanció del oficialismo, criticando en entrevistas la gestión de Milei y la «impunidad» en Casa Rosada. Su expertise en «milicias digitales» -bots, trolls e IA para influir en la conversación pública-lo convierte en una figura controvertida, pero su defensa insiste en que sus acciones fueron «públicas y documentadas», sin irregularidades.

El Vendaval en ANDIS: Audios, Coimas y la Voz de las Sombras

El escándalo estalló el 20 de agosto de 2025, cuando audios atribuidos a Diego Spagnuolo-extitular de ANDIS y abogado de Milei- fueron difundidos por el canal de streaming Carnaval. En ellos, Spagnuolo describe un presunto esquema de coimas del 8-20% en contratos de medicamentos para discapacitados, con fondos canalizados a la Secretaría General de la Presidencia (Karina Milei) y Eduardo «Lule» Menem (subsecretario), vía la droguería Suizo Argentina (familia Kovalivker, vinculada a Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados). «De lo que cobran de medicamentos, tenés que poner el 8%; lo traés a Suizo y lo subimos a Presidencia», se oye en uno, estimando 500.000-800.000 dólares mensuales, con 3% para Karina.

Spagnuolo, amigo de Milei y uno de los visitantes más frecuentes a Olivos (38 veces entre 2024 y 2025), renunció ese día; Milei lo despidió, tildándolo de «mentiroso». La fiscalía de Franco Picardi y el juez Sebastián Casanello abrieron causa por cohecho, fraude y asociación ilícita, con allanamientos en ANDIS y Suizo Argentina. Kovalivker entregó un celular reseteado; auditorías confirman sobrecostos del 27%. Nuevos audios critican a Karina («la gente no la quiere») y Pettovello. Lule Menem desmiente: «Operación kirchnerista preelectoral».

El 11 de septiembre -mismo día del fallo contra Bolsonaro-, Cerimedo declaró ante Picardi como testigo «espontáneo»Ratificó que Spagnuolo, con quien mantenía amistad hasta fines de 2024 (presentados por Milei en 2023), le contó «en cuotas» desde marzo de ese año sobre «corrupción y coimas» en ANDIS, coincidiendo con los audios: sobornos del 10-20% a laboratorios, terminando en Karina y LuleNegó grabar o filtrar («No fui yo; alguien lo tenía guardado para elecciones midterm»), y aclaró que Basil renunció por diferencias administrativas. «Spagnuolo era confidente, pero bocón», dijo, criticando a Milei como «Gordo Dan» en entrevistas previas. Su testimonio valida los audios independientemente, fortaleciendo la causa. En X, reacciones destacan su rol como «testigo clave» (@rominamanguel), mientras otros cuestionan motivaciones (@AgPostaSur). El timing-post-condena a Bolsonaro- invita a reflexionar si Cerimedo busca posicionarse éticamente, contrastando su imagen en Brasil (imputado por desinformación) con su rol en Argentina.

Reflexiones en el Umbral: Lecciones de un Continente Fracturado

En las venas de esta crónica late el pulso de una región donde la democracia se defiende no solo en tribunales, sino en el ciberespacio y las sombras del poder. La condena a Bolsonaro cierra un ciclo de autoritarismo digital, pero expone cómo figuras como Cerimedo -estrategas de la narrativa- facilitan grietas que podrían fracturar naciones enteras. Su declaración en ANDIS, valiosa para la justicia, plantea interrogantes: ¿es un acto de conciencia o una maniobra para navegar tormentas transnacionales? En un Milei que prometió romper con la casta, el escándalo de coimas erosiona esa ilusión, recordándonos que la corrupción no distingue ideologías. Como en las páginas inmortales de la crónica latinoamericana, esta historia urge vigilancia: la desinformación no es un juego de redes, sino un arma que amenaza la alternancia pacífica. Brasil ha sentenciado a su exlíder; Argentina debe esclarecer sus sombras. Solo así, en el fragor de la verdad, preservaremos el frágil equilibrio de nuestras repúblicas.

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