«Quería ver cómo era no destacar», contó un participante de la edición 2025 del festival Día de los Pelirrojos, en el sur de Países Bajos
31 de agosto 2025 · 21:53hs
La ciudad de Tilburg, en el sur de Holanda, tuvo más color de lo habitual este fin de semana, ya que miles de pelirrojos de distintos lugares del mundo se reunieron para un festival anual que celebra sus llamativas cabelleras.
La edición 2025 del festival Días de los Pelirrojos incluye música, camiones de comida y talleres adaptados a las necesidades particulares de los pelirrojos, que van desde explicaciones de maquillaje hasta prevención del cáncer de piel.
Elounda Bakker, una neerlandesa con 15 años de experiencia en el festival, jugó a las cartas con un grupo de amigos pelirrojos de todo el mundo que se reúnen cada año en el festival. “Empecé a venir principalmente por curiosidad, solamente para ver cómo era no destacar en la multitud. Fue realmente una primera experiencia interesante y sigo viniendo porque conocí a algunos amigos realmente agradables aquí”, contó.
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El mago Daniel Hank viajó seis horas desde Alemania para unirse a las festividades, ahora orgulloso de lucir el cabello que lo convirtió en objeto de acoso cuando era más joven. “Creo que es realmente fácil reconocerme porque no hay muchas personas con barba roja, no hay muchos chicos con el pelo largo y rojo”, comentó.
El festival de las cabezas rojas
El festival es gratuito y abierto a todos, con la excepción de la foto grupal del domingo: ese evento está restringido a pelirrojos naturales.
La edición de 2013 estableció un récord mundial Guinness por la “mayor reunión de personas con cabello rojo natural” con 1.672 personas posando para la foto grupal.
La tradición surgió hace dos décadas cuando el artista neerlandés Bart Rouwenhorst hizo un llamado en un diario local para encontrar 15 modelos pelirrojas para un proyecto artístico. Recibió diez veces la respuesta que esperaba y reunió al grupo para una foto.
El proyecto recibió tanta atención que Rouwenhorst organizó un encuentro similar al año siguiente y sigue supervisando el festival, que se expandió hasta convertirse en el evento de varios días que es hoy.
“El festival es realmente asombroso porque todas las personas se parecen entre sí y sienten que son una familia”, manifestó.