En diálogo con Canal E, la economista Carina Farah analizó la volatilidad cambiaria de julio y advirtió sobre el atraso del tipo de cambio y los desafíos del gobierno de Javier Milei para sostener la estabilidad.
La tensión del dólar y el desafío del carry trade
Julio cerró con una fuerte inestabilidad financiera y un dólar que superó los $1.300, en medio del vencimiento de casi 12 billones de pesos en títulos. Para Carina Farah, este escenario refleja una fragilidad de fondo que va más allá de medidas coyunturales: “Claramente nos estábamos ya quedando sin dólares”, explicó.
Frente a esto, el gobierno decidió bajar retenciones para incentivar la liquidación del agro. Según Farah, “esto le viene a dar al gobierno nuevas esperanzas de que el sector agroexportador vuelva a fortalecer el ritmo de liquidación”.
Pero las señales del mercado siguen siendo ambiguas. La economista recordó que el Fondo Monetario Internacional desembolsará unos 2.000 millones de dólares a pesar de que Argentina no cumplió sus metas, lo que podría aliviar momentáneamente la presión cambiaria.
No obstante, advirtió que “el mayor peligro es que esos pesos inunden el mercado y se vayan directamente al dólar”. Por eso, el gobierno apuesta a un exitoso roleo de deuda para evitar una nueva oleada de liquidez que dispare el tipo de cambio.
“Los niveles de tasa de interés que tenemos hoy sólo alimentan la bicicleta financiera y destrozan a la economía real”, aseguró Farah. A su juicio, no hay cambios estructurales que permitan encarar un proceso de fortalecimiento del aparato productivo y, por lo tanto, la Argentina sigue presa de políticas de corto plazo: “Este gobierno, que llegó a hacer las cosas distintas, comete los mismos errores que el de Alberto Fernández”, sentenció.
Privatizaciones, reservas y atraso cambiario
Consultada sobre las recientes privatizaciones como AySA y Belgrano Cargas, Farah fue contundente: “¿Qué puede malir sal?”, ironizó, en referencia al proceso privatizador de los años 90. Explicó que en aquella época las ventas generaron dólares para sostener la convertibilidad, pero advirtió que hoy la situación es diferente: “Al ritmo que vienen comprando dólares las familias, esos ingresos durarían muy poco”.
En ese marco, advirtió que la economía argentina está cara en dólares y que hay un claro atraso en el tipo de cambio: “El tipo de cambio nominal debería ser más alto”, afirmó. “O lo corrige el gobierno de manera ordenada, o lo va a hacer el mercado de forma traumática”, alertó Farah.
El panorama hacia adelante está fuertemente condicionado por las elecciones: “La única victoria económica que puede mostrar el gobierno de cara a los comicios es que la inflación no se dispare con un salto cambiario”, analizó. Por eso, según la economista, el oficialismo se conformaría con mantener el apoyo del mercado solo hasta octubre.
Finalmente, cuestionó que el modelo económico vigente no contempla el desarrollo productivo ni la generación de empleo: “Fijate que el gobierno nunca habla ni de desarrollo ni de trabajo”, remarcó. En su visión, el esquema vigente apunta a la acumulación financiera esperando, como en los viejos manuales neoliberales, “que en algún momento empiece a derramar”.