Mañana el Indec dará a conocer el dato de inflación de junio y las consultoras privadas estiman que se ubique entre 1,8 y 2%. Esto implicaría una aceleración respecto del mes anterior, que venía en baja tras el pico del tercer mes del año. En lo que va de 2025 el índice se comportó de la siguiente manera: enero 2,2%, febrero 2,4%, marzo 3,7%, abril 2,8% y mayo 1,5%.
Para el sexto mes, la Fundación Libertad y Progreso (LyP) estimó un 2% y sostuvo que se debió a “los aumentos en los precios regulados y los aumentos en cuotas escolares” como así también algo de impacto en la suba del dólar que se observó en mayo. Mientras que Orlando Ferreres y Eco Go registraron una suba promedio del 1,9%, a su vez que el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central arrojó un 1,8%. LCG midió que los Alimentos y Bebidas subieron 2,1%.
Fuera de la discusión decimal para el dato de junio, y a pesar de que los analistas no esperan fuertes subas y de que el Gobierno podría llegar con un dato de suba de precios “estable” para mostrar de cara a las elecciones de octubre; la dinámica inflacionaria comienza a mostrar cierta resistencia en su proceso de converger hacia la baja en el mediano plazo y romper el piso del 1%. Para julio, la consultora
Equilibra proyecta una inflación en torno al 2%, por lo que se mantendría en los niveles de junio.
Para el resto del año, el REM espera que el índice dé unas décimas más abajo que en junio y julio y que se estanque. El mercado vaticina 1,6% en agosto; 1,7% en septiembre; 1,7% en octubre; 1,5% en noviembre; y 1,7% en diciembre.
El Gobierno tomó nota de esta situación y abrió el paraguas. El jueves en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires el presidente, Javier Milei, responsabilizó a los “degenerados fiscales” por aprobar en el Senado el aumento a los jubilados y que ello traería consecuencias en las variables macro. “La diferencia es que vamos a tener un poco más de volatilidad del riesgo país, bajará el ritmo de crecimiento, el ritmo al que baje la inflación será más lento, pero a largo plazo no va a pasar nada”, alegó el mandatario respecto de lo sucedido en la Cámara alta.
La incógnita que se abre es si después de los comicios de octubre el Gobierno pega o no un volantazo en el programa económico, sobre todo en lo relacionado al esquema cambiario, y el impacto que pueda tener en el proceso de desaceleración de la inflación.