Pulso: el drama médico que retoma el legado de un clásico del género y permanece entre lo más visto de Netflix

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Pulso (Pulse, Estados Unidos/2025). Creación: Zoe Robyn. Elenco: Willa Fitzgerald, Colin Woodell, Jack Banon, Jessie T. Usher, Jessy Yates, Justina Machado, Néstor Carbonell. Disponible en: Netflix. Nuestra opinión: buena.

El reciente estreno de Pulso en Netflix replicó un fenómeno ocurrido en los años 90 que marcó el primer apogeo de las series de médicos. En septiembre de 1994, con un día apenas de diferencia, se estrenaron dos series que intentaban aplicar la fórmula del “procedural” criminal o jurídico al universo médico. La primera fue Chicago Hope, estrenada el día 18 en la CBS, creada por el hoy habitué de los éxitos televisivos, David E. Kelley; la segunda fue ER Emergencias, lanzada el 19 por la NBC, creada por el novelista -y médico- Michael Crichton, autor también de éxitos como Jurassic Park. Desde su estreno compitieron en horario estelar, pero ER se fue consolidando hasta cumplir las 15 temporadas en 2009, mientras Chicago Hope dejó de emitirse en el 2000. Si bien ambas estaban ambientadas en centros médicos de Chicago, la primera se concentró en el vértigo de la sala de emergencias, el detalle de los procedimientos médicos, y las decisiones de vida o muerte que deben tomarse en instantes, mientas que la creación de Kelley se decantó por el drama humano de los profesionales, aspectos más novelescos en las relaciones, y un retrato menos riguroso de la práctica diaria.

Esa vieja disputa parece actualizarse este 2025 con la convivencia de Pulso y el reciente éxito de Max, The Pitt. Lo que estos treinta años han dejado es una cercanía mayor del espectador con el universo médico y una insistente exploración de las relaciones humanas que se arremolinan en las instituciones médicas, legado a menudo atribuido a las infinitas temporadas de Grey’s Anatomy y mérito de la frondosa inventiva de su creadora, Shonda Rhimes. De hecho, el éxito de Rhimes, que ha terminado opacando a la pionera creación de Crichton, demostró que, a la larga, el detalle de los casos más complicados, la sangre de los quirófanos y las discusiones profesionales resultan menos interesantes que los romances de los médicos, y sus celos por la consagración académica y la dinámica personal de amistades y rencillas más atractiva que el decálogo del “procedimiento”.

Sin embargo, The Pitt apostó por una refundación de este tipo de series en el realismo de la profesión, la urgencia de su dinámica y la impronta vigorosa del día a día, y trajo del pasado a Noah Wyle, uno de los protagonistas de ER, para darle una nueva vida como médico estrella de esta nueva historia que se propone ya como saga. En respuesta a ese registro, Pulso, creada por Zoe Robyn (Hawai 5.0, The Equalizer), recoge la vertiente más novelada, las relaciones amorosas cruzadas, los celos profesionales y la cofradía de médicos y residentes que recoge la impronta más humana que perseguía Kelley en Chicago Hope y que Rhimes convirtió en fenómeno con Meredith Gray y los vaivenes de la anatomía. En tono y puesta en escena, Pulso replica aquella estructura: un comienzo agitado que presenta un accidente, un siniestro o una catástrofe, luego la aparición de los médicos en su lugar de trabajo, la recepción de los múltiples heridos, la atención de cada caso signada por discusiones y disputas, y al concluir, una escena de montaje pausada, con aires reflexivos sobre el efecto de lo ocurrido en el día en la vida de médicos y pacientes.

Pulso está situada en la ciudad de Miami, en uno de los centros de traumatología más importantes de la ciudad. Ya en el primer episodio, el conflicto que se avecina es el arribo del huracán Abby que amenaza con causar estragos y múltiples accidentes. De hecho, el choque de un bus escolar que transporta adolescentes es apenas el preámbulo. Pero lo que importa verdaderamente, es la denuncia por acoso sexual que presentó la doctora Danny Simms (Willa Fitzgerald) ante las autoridades del hospital. El destinatario: el jefe de residentes, el doctor Xander Phillips (Colin Woodell), con quien mantiene una relación por demás compleja que irá desplegándose episodio tras episodio en sucesivos flashbacks. El desplazamiento de Phillips origina -con todas las suspicacias posibles- el ascenso de Simms, y las tensiones en el grupo de residentes se disparan: Danny se enemista con Sam (Jessie T. Usher), su mejor amigo y quien aspiraba también a ese ascenso, reflexiona con su hermana Harper (Jessy Yates), médica en silla de ruedas que funciona como su conciencia, y desafía la autoridad de la doctora Cruz (Justina Machado), directora del hospital y referente profesional para los díscolos aprendices.

Si The Pitt intenta recrear el rigor de ER en tiempo real -son 15 episodios que recrean 15 horas en la sala de urgencias de un hospital de Pittsburgh-, Pulso se concentra en el espacio físico del hospital para hacer gravitar allí las vidas de los personajes, sus historias pasadas, sus relaciones en conflicto. La pesquisa sobre el vínculo que une a Danny y Xander, quienes asumen un marcado protagonismo e imponen a la dinámica del procedimiento médico un envoltorio de melodrama -¿qué hay realmente detrás de la denuncia?-, es el hilo conductor que convive con los casos más extremos, las circunstancias de cada operación o salvataje, la explosión de adrenalina ante la emergencia que impone el huracán que impacta en la ciudad. Netflix entiende que su público responde mejor a lo humano que a la rígida fórmula del procedimiento, y seguramente no se equivoca.

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