Con el paso de las horas y la lluvia que no cesa, el panorama de algunas localidades del Chaco salteño se va volviendo devastador. Porque tras el desborde del río Pilcomayo, días atrás que afectó el paraje La Gracia hasta La Estrella con una ruta 54 totalmente colapsada, ahora hay que sumarle la fuerte crecida del río Bermejo, que dejó parajes «encapsulados». Es decir, sin agua, ni luz, ni comida y con la ayuda que no puede llegar. Quedaron en el medio, pero rodeados de agua.
Ahora, las inundaciones jaquean a los parajes Las Vertientes y Larguero donde el panorama es desolador. Casi todo lo que se ve, es agua. Muy crítico. Lo propio ocurre con las comunidades indígenas de Rivadavia Banda Sur, cercano al límite con Formosa. Allí, también el Bermejo pasó factura: ya hay puestos y misiones incomunicados y afectados desde hace varios días.
Las autoridades salteñas confirmaron que en la Banda Norte, las misiones están rodeadas de agua, pero no inundadas. Pero en la Banda Sur el río golpeó con más fuerza. El último tramo de la ruta provincial 13, luego de Rivadavia, la gente está inundada, incomunicada y entrando en una situación desesperante. Y pide mayor presencia del Estado.
Días atrás, la crecida del río Pilcomayo había dejado a cientos de familias totalmente aisladas. De hecho, Misión La Paz tuvo varios días sin energía eléctrica, ni suministro de agua potable. Y sus pobladores denunciaron que del lado argentino no hay recibido la ayuda necesaria como alimentos de primera necesidad. Según publicaron medios locales, del lado paraguayo corrieron mejor suerte.
Ahora, el desborde del Bermejo suma complicaciones. En el paraje Las Vertientes la gente quedó encapsulada. Y encima, como quedaron aislados, la ayuda no puede llegar vía terrestre, según publicó El Tribuno.
El pasado viernes había vuelto el servicio eléctrico gracias al tendido, que pasa por Misión La Esperanza, que había sido arrancado por la crecida del río Pilcomayo. Fueron varios días, sin luz, ni comunicación ni agua; sólo bombas eléctricas. Ahora, con el desborde del Bermejo, la luz volvió a cortarse.
Según publicó el medio local, desde la localidad de Cachilo, el resto de los parajes que están ubicados en noreste provincial, quedaron sin luz, incomunicados, sin atención médica, rodeados de agua y sin agua ni alimentos. Es decir, «encapsulados».
El vocero de la comunidad wichi Larguero, denunció que «desde hace 7 días que no nos ven». Apuntando principalmente al Gobierno provincial. Aseguran que «están lejos de controlar la crisis».
En los 25 kilómetros que hay hasta Misión La Paz, los caminos lucen anegados. La situación es crítica. Las familias que quedaron allí no cuentan con recursos económicos para afrontar dicha tragedia. Pero aunque pudieran comprar, tampoco podrían: ya consumieron todo el alimento disponible, porque ya van 10 días de desabastecimiento en la región.
Lo propio ocurre más hacia el norte, con el paraje de Las Vertientes: al menos 300 familias quedaron encerradas por el agua y con una situación idéntica a las localidades que vienen sufriendo la falta de asistencia. Todo es agua, o barro, o lodo. No pueden salir, tampoco entrar. Grave.
Por lo pronto, hay innumerables daños materiales a las viviendas, que son precarias. Hay cientos de animales criados por familias que están muertos y que alimentaban a las comunidades. Y la mayoría de las personas se autoevacuaron, pero aún necesitan elementos de higiene, ropa en general, colchones y frazadas. También alimentos no perecederos.
D.D.