En la moderna planta de Garín de uno de los principales laboratorios nacionales, esta tarde se anunció un hito para el país: por primera vez, la Argentina fabricará una vacuna que se exportará a todo el mundo. Se espera que las primeras unidades estén listas en un plazo de entre dos años y dos años y medio.
El laboratorio estadounidense Pfizer y el local Sinergium Biotech −que pertenece a Grupo Insud, del empresario Hugo Sigman− realizaron un acuerdo de colaboración pionero en el sector para iniciar la fabricación en la Argentina de la vacuna contra el neumococo, la infección que más frecuentemente produce neumonía en adultos y meningitis en niños.
La elaboración local de la vacuna antineumocócica 20 valente (VCN20), conocida como Prevenar-20, busca hacer de la Argentina un centro mundial de producción. Hoy, se hace solo en Bélgica, desde donde se importa para cumplir con los objetivos del calendario de vacunación nacional.
Así, el país se convertirá en el primero en hacerla en América Latina y uno de los pocos a nivel global. Se lanzará al mismo tiempo que en países desarrollados y será una misma vacuna para niños y adultos, lo que hará más simple el programa de vacunación y se unificará en una aplicación.
Es la primera vez que se realiza un acuerdo de este tipo entre un laboratorio multinacional y uno local, con una transferencia de conocimiento tecnológico no solo a la Argentina, sino también a la región, que durará cuatro años. Significa un potencial exportador de cerca de US$ 100 millones anuales.
La iniciativa había sido presentada por ambos laboratorios al Ministerio de Salud de la Nación y declarada de interés público mediante la Resolución 4844/2024 en octubre pasado. Y este miércoles, autoridades de las compañías y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) se reunieron con el ministro de Salud, Mario Lugones.
Con 175 años de operación, Pfizer eligió a la Argentina como aliado porque vienen trabajando juntos desde 2012, cuando conformaron el consorcio de cooperación, argumentaron los ejecutivos de las compañías.
Sinergium Biotech nació en 2009 con la gripe aviar y en su planta de 30.000 metros cuadrados de Garín produce ya produce la Prevenar-13 y otras vacunas como la gripal y contra el virus de papiloma humano (VPH). Tiene capacidad para fabricar 450 millones de dosis y está avanzando en ampliar el volumen.
Sinergium pertenece en distintas proporciones a las familias Bagó, Sigman y Sielecki.
“Producir vacunas es complejo. La Argentina es el primer país al que le vamos a transferir tecnología. Nuestra primera condición fue encontrar al equipo. Vemos condiciones amigables para la inversión en la salud”, destacó Sinan Atlig, presidente del Cluster de América Latina de Pfizer. Y resaltó que la apertura económica siempre es “beneficiosa”.
En ese sentido, ya se concretó una inversión de US$ 105 millones y próximamente se desembolsarán entre US$ 20 y US$ 25 millones en la planta de Sinergium en obras de ingeniería, equipamiento de última generación y recursos humanos de forma directa e indirecta.
“No pedimos exenciones impositivos ni beneficios fiscales. Tomamos la decisión de hacer esta inversión de riesgo porque se logró pensar en un acuerdo a largo plazo para generar vacunas de vanguardia y de mayor accesibilidad”, señaló Alejandro Gil, CEO de Sinergium Biotech.
Para llevar adelante la apuesta, se trabajó con proveedores locales para así reemplazar a extranjeros. Solo a la planta de Sinergium Biotech, 834 empresas le proveen insumos.
Se estima que la Argentina demandará 20 millones de dosis –con un 95% que serán compradas por el Estado–, mientras que la OPS requerirá otras 7 millones para la región a través de su Fondo Rotatorio, entidad que compra las vacunas para América Latina.