Este lunes Gran Hermano (Telefe) fue lo más visto del día con el regreso de Jenifer Lauría, quien fue elegida para reemplazar a Andrea Lázaro que abandonó el certamen por problemas de salud. El regreso de la participante provocó malestar en Chiara Mancuso, quien no pudo disimular su incomodidad al verla ingresar por la puerta giratoria. El triángulo amoroso entre ellas dos y Giuliano tiene un nuevo capítulo.
El ingreso de Jenifer se dio en el marco de un repechaje en el que participaron todos los que habían sido eliminados hasta ahora. Los jugadores eliminados entre los que el público tuvo que elegir eran Sebastián “Bambi” Bello, Delfina De Lellis, Renato Rossini, Jenifer Lauría, Candela Campos, Ezequiel Ois y Luca Figurelli.
Si bien también quedaron fuera del juego Keila Sosa y Andrea Lázaro, ellas no participaron del repechaje ya que Keila fue expulsada por decisión de la producción y Andrea optó por irse a causa de sus problemas de salud.
La novela
El lunes Jenifer entró a la casa y fue recibida con gran algarabía por parte de los otros jugadores. Pero no todo fue felicidad, las cosas se complicaron para Chiara Mancuso. La hija del exjugador de la selección argentina no disimuló su incomodidad y adoptó una firme postura frente a la situación.
«No puedo creer la secuencia», expresó Claudio Di Lorenzo a Chiara mientras compartían un momento con Ulises Apóstolo y Katia “La Tana” Fenocchio en el patio. Chiara, visiblemente incómoda, aseguró: «Esto es un montón».
Es que entre quienes recibieron a Jenifer estuvo Giuliano, con quien mantuvo un fugaz romance en su primera estadía en la casa. Tras la salida de la joven Chiara, su “amiga”, mantuvo una relación con el muchacho desde entonces y hasta ahora. Ahora las dos buscan venganza.